sábado, 31 de enero de 2015

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Me doy cuenta casi sin pensar que avanzamos por el mundo sin percatarnos de las mejores cosas. Veinticuatro horas no nos son suficientes para darnos cuenta de que somos felices, ni una sonrisa ni una carcajada o la mirada de alguien a quien quieres te sirve para dormir pensando que valdrá la pena despertarse al día siguiente. Aún no entiendo el poder de las cosas malas, no entiendo por qué una mala palabra en 1 minuto es capaz de hacerte sentir mal durante todo el día y no dos palabras buenas te hacen ser feliz igualmente. ¿Es así como debería ser? ¿No puedo pasar por algo pequeñas cosas que me hacen ser infeliz y hacerle caso a el resto que es maravilloso?

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